La irrupción ilegal en la Quinta 49 volvió a exponer un problema que las autoridades del Parque Nacional Lanín vienen marcando hace tiempo: la falta de respeto por las normas básicas que protegen el entorno natural. El ingreso forzado ocurrió este viernes, cuando desconocidos decidieron romper el portón, la cadena, el candado y hasta la cartelería que advertía claramente la prohibición de paso.
El cuerpo de guardaparques debió intervenir junto con la Prefectura Naval Argentina y la Policía de la Provincia del Neuquén para desalojar los vehículos que ingresaron como si se tratara de un espacio libre de controles. El daño al acceso y el desinterés por las indicaciones oficiales generaron malestar entre los trabajadores del área protegida, que a diario sostienen medidas destinadas a preservar la costa del Lácar.
Desde el Parque Nacional Lanín remarcaron que no se trata de una restricción improvisada, sino de una decisión necesaria para cuidar un sector sensible. Aun así, la señalización destruida y el paso abierto por la fuerza dejaron en evidencia la resistencia de algunos visitantes a cumplir normas básicas. Las autoridades insistieron en que la zona sigue cerrada a la circulación vehicular y pidieron responsabilidad a quienes se acercan al lago, para evitar que hechos como este vuelvan a repetirse