El Hospital “Dr. Francisco López Lima” de General Roca acaba de sumar una tecnología que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte en los primeros minutos de un recién nacido con problemas neurológicos graves. Se trata de un Equipo de Hipotermia Controlada de última generación, que ya está instalado en el Servicio de Neonatología.
¿Para qué sirve? Para casos extremos: bebés que nacen con falta de oxígeno, convulsiones o lesiones cerebrales severas. Situaciones donde cada segundo cuenta. Este aparato baja la temperatura del cuerpo del bebé a entre 34°C y 35°C, porque así se frena el metabolismo del cerebro y se reduce el daño neuronal. En palabras simples: le da tiempo al cerebro para recuperarse.
El tratamiento se llama Hipotermia Terapéutica y es clave en casos de Encefalopatía Hipóxico-Isquémica (EHI), una emergencia que no espera. La ciencia lo dice claro: si se empieza dentro de las primeras 6 horas de vida, las chances de evitar secuelas graves son mucho mayores. El Ministro de Salud, Demetrio Thalasselis, lo explicó sin vueltas: "Este equipo no es solo tecnología; es una herramienta para actuar rápido y con precisión en momentos críticos."
Hasta ahora, cuando aparecía un caso así en Roca, había que trasladar al bebé al Hospital Castro Rendón en Neuquén. En 2025 fueron seis los chiquitos que tuvieron que hacer ese viaje. ¿El problema? Se pierde tiempo valioso. Ahora, con este equipo en casa, el hospital puede actuar de inmediato. Eso significa menos riesgos, menos secuelas y más tranquilidad para las familias.
Además, no solo sirve para recién nacidos: también puede usarse en lactantes con lesiones neurológicas graves, como politraumas. Con esta incorporación, el López Lima se convierte en un centro de referencia para la región.