“El clima nos está castigando y lo estamos sufriendo igual que el resto del país”, lanzó sin rodeos Facundo Fernández, Secretario de Fruticultura, tras el violento temporal que dejó lluvias torrenciales y granizo en los valles productivos. La Provincia ya puso en marcha el proceso administrativo para declarar la emergencia antes de fin de año, tanto a nivel provincial como nacional, para activar todos los instrumentos de asistencia.
“Estamos en contacto con el Gobierno Nacional para detraer la emergencia climática bajo la Ley Nacional. Esto habilita beneficios impositivos y todas las herramientas que la ley contempla para estos casos”, explicó Fernández, mientras equipos técnicos recorren chacras y establecimientos para completar relevamientos.
La magnitud del evento obliga a acelerar gestiones: “En algunos sectores se registraron 48 a 50 milímetros de lluvia en apenas una hora y media, acompañados de granizo y ráfagas intensas. Había tanta agua que no se podía entrar al monte”, describió el funcionario, anticipando que en las próximas 24 horas habrá un diagnóstico más preciso.
El golpe más duro lo sufre la cereza, en plena cosecha: “Cuando el fruto está listo para cosechar y recibe agua directa, la planta intenta absorberla por un proceso osmótico y la piel se raja. Ese es el daño que estamos viendo hoy”, detalló Fernández.
Pero el problema va más allá de este temporal: “Esto es cambio climático: tormentas de granizo fuera de época, temperaturas superiores a 30 grados en noviembre, precipitaciones extremas que caen en un ratito lo que antes caía en varios días”, advirtió. Incluso alertó sobre nuevos riesgos: “Nunca hablábamos de incendios en esta zona, y hoy aparecen porque la vegetación crece de golpe después de lluvias intensas”.
Fernández fue contundente sobre lo que viene: “Necesitamos un crédito específico para inversión, a diez años, con una tasa del 3% y tres años de gracia. Sin financiamiento accesible es imposible proyectar, reinvertir y mantener la actividad. Ser productor es casi heroico en este contexto”. El funcionario cerró con un mensaje esperanzador, pero firme: “Soy optimista, pero necesitamos los instrumentos adecuados. Con apoyo, es posible sostener la temporada y acompañar a quienes producen”.