Este lunes, el gobernador Alberto Weretilneck y la intendenta María Emilia Soria caminaron juntos cada instancia de una agenda cargada de anuncios y gestos. Desde la apertura de sobres para ejecutar una obra vial clave para Vaca Muerta, en el Parque Industrial de Roca, hasta la entrega de escrituras y el relanzamiento de una red de agua potable en un barrio que venía postergado.
La jornada comenzó con la licitación para mejorar el ingreso al Parque Industrial sobre la Ruta 6, una zona de intenso movimiento productivo que pedía a gritos una obra de infraestructura. El proyecto incluye isletas de giro y ensanches para mejorar la seguridad y la circulación. El presupuesto supera los 1.100 millones de pesos y será financiado íntegramente por el gobierno provincial.
Después vino el anuncio de un aporte de 50 millones de pesos destinado al barrio Fiske Menuco, donde se reactivará la obra de agua potable abandonada por Nación. La Provincia decidió hacerse cargo, lo que permitirá conectar a 286 familias a un servicio básico que aún no tienen.
La intendenta fue clara: “Estamos haciendo un gran esfuerzo para que este verano sea completamente distinto, para que cada vecino y vecina tenga agua potable y se conecten como corresponde. La obra, que había sido abandonada por el Estado Nacional, implica una gran inversión y también genera mano de obra local”.
El cierre fue con la entrega de 22 escrituras y 10 actas de adjudicación de viviendas. Familias que después de años lograron regularizar su situación, acceder a los papeles que garantizan la propiedad y dejar atrás la incertidumbre. También hubo tiempo para un reconocimiento: la entrega de matrículas profesionales a psicólogos sociales del Alto Valle, en el marco de una ley que pone a Río Negro entre las provincias pioneras.
Toda la jornada fue compartida por el gobernador y la jefa comunal. Llegaron juntos, estuvieron juntos en cada acto y se fueron juntos. No hubo chispazos, ni distancia, ni gestos forzados y no pasó desapercibido.