“Argentina fue reconocida por mantener una de las menores tasas de homicidios en Sudamérica, y eso es el resultado de políticas públicas como las de control de armas que, hoy están siendo destruidas”.
Así comienza un duro documento que hizo púbica la licenciatura en criminología y ciencias forenses de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), que se sumó a la campaña de la Red Argentina para el Desarme (RAD).
“Solicitamos la derogación de las normativas impulsadas por el Poder Ejecutivo que flexibilizan el acceso a las armas de fuego. Queremos que deroguen el decreto que dispuso la eliminación de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC), el que autorizó la compra y tenencia de armas semiautomáticas de alto calibre por parte de civiles, y el que establece la reducción de la edad mínima para la tenencia legítima de armas de fuego, pasándola de 21 a 18 años”
El documento está firmado por autoridades, docentes y estudiantes de esa Licenciatura, que para fundamentar la petición hicieron públicas estadísticas y cifras preocupantes.
“Las estadísticas indican que más del 50% de los homicidios con armas de fuego son por discusiones, riñas o conflictos intrafamiliares. El acceso irrestricto a las armas de fuego intensifica la resolución de conflictividades mediante el uso excesivo de las mismas, provocando lesiones graves o la muerte de personas, situación que podría ser evitada con la restricción y control del acceso por parte de la ciudadanía” sostuvieron a través de ese escrito.
Por otro lado destacaron que “la falta de control del mercado legal facilita los desvíos hacia el mercado ilegal, a través de mecanismos como la compra por parte de testaferros”. También explicaron que se agrava el riesgo a la exposición de niños y niñas a balaceras, masacres escolares o accidentes con armas, y es mayor el riesgo de femicidios y amenazas con armas a víctimas de violencia de género”.
Para reforzar ese último punto recordaron que, en nuestro país, una de cada 4 víctimas fue asesinada con armas. Por eso su presencia en el hogar aumenta significativamente las probabilidades de agresión letal sobre las mujeres y sobre los hijos. Su simple tenencia, incluso sin ser utilizada, genera un ambiente de miedo y amenaza constante, facilitando la violencia psicológica y física” finalizaron.