La salud pública neuquina sumó un nuevo hito. En el Hospital Castro Rendón se realizó una cirugía fetal inédita, que permitió salvar la vida de dos bebés gemelos que compartían la misma placenta y cuya evolución estaba gravemente comprometida.
La paciente, una joven madre de familia que había llegado recientemente desde Mendoza para trabajar en una chacra de la zona entre Plottier y Senillosa, no había tenido controles regulares de su embarazo, contó al programa La Primera Mañana por AM550, el doctor Luis Fernández Miranda, médico tocoginecólogo del Castro Rendón. Fue gracias a la detección temprana en el hospital local y la derivación inmediata a centros de mayor complejidad que se pudo diagnosticar un cuadro de síndrome de transfusión feto-fetal, una complicación poco frecuente pero de altísima mortalidad si no se interviene.
La paciente necesitaba una cirugía de urgencia que solo podía realizarse hasta la semana 26 de embarazo. En apenas tres días se articuló una logística compleja que involucró a los hospitales Castro Rendón y Plottier, el nivel central del ministerio de Salud y la Red Argentina de Medicina Materno Fetal.
El procedimiento realizado, denominado fetoscopía con láser, consiste en introducir una microcámara y una fibra láser en la bolsa amniótica para identificar los vasos sanguíneos que conectan a los dos fetos y coagularlos, de modo que cada bebé reciba su propia circulación y alimentación. Sin este abordaje, la supervivencia de los gemelos es prácticamente nula.
Se trató de la segunda vez en la historia del sistema público neuquino que se practica este tipo de cirugía, articulada con la Red Argentina de Medicina Materno Fetal, el Ministerio de Salud de la provincia y especialistas de renombre internacional como el doctor Sabino Gil Pugliese, formado en Londres, cuna de la cirugía fetal.
El equipo neuquino destacó no solo la complejidad médica, sino también el trasfondo social de esta historia: “Se trata de una paciente en situación de vulnerabilidad, que llegó a la provincia a trabajar y que gracias al sistema público pudo acceder a un tratamiento de altísima complejidad que solo se realiza en pocos lugares del mundo”, subrayó el profesional.
La intervención fue un éxito, aunque el embarazo sigue siendo de alto riesgo y requiere controles estrictos para evitar un parto prematuro. Sin embargo, los especialistas coincidieron en que el paso más crítico fue superado: los bebés ahora tienen posibilidades reales de nacer y desarrollarse con normalidad.
“Este logro refleja el valor del trabajo en red, la solidaridad de instituciones públicas y privadas, y la calidad del recurso humano que tiene la salud pública neuquina”, remarcó Fernández Miranda.
El médico sostuvó que “esto es realmente un orgullo para nosotros, el poder brindar este servicio posibilitando que la paciente evite el desarraigo de viajar, esta mamá tiene dos hijos, su marido que trabaja intensamente en una chacra y sin obra social,” y concluyó que “poder hacer todo este procedimiento en nuestro hospital realmente es un gran orgullo, vemos una relación costo beneficio altísima y jerarquiza nuestro trabajo y nos da fortalezas para poder seguir avanzando”.