Una situación de emergencia se registró este jueves en pleno centro de Bariloche, cuando un hombre de 30 años trepó a una torre de agua, de 40 metros, ubicada sobre calle 25 de Mayo y generó una rápida movilización de fuerzas de seguridad y emergencias. El hecho ocurrió cuando un llamado a la línea 103 alertó sobre la presencia de una persona en lo alto del tanque, en aparente estado de alteración emocional. De inmediato, se activaron los protocolos de intervención y se desplazaron al lugar agentes de Protección Civil de la municipalidad de Bariloche, Policía de Río Negro, Bomberos Voluntarios y personal de Salud Pública.
Ya en el lugar, los equipos de emergencia iniciaron un operativo de contención y diálogo con el individuo, que se encontraba en una posición de riesgo sobre la parte superior de la estructura. Personal de la Comisaría Segunda tomó contacto directo con él, mientras los agentes de Protección Civil aseguraron el perímetro y coordinaron el abordaje junto a los demás organismos. Según se informó, el hombre presentaba signos de angustia y desorientación, tras una discusión familiar por lo que se priorizó una intervención empática, paciente y sin uso de fuerza. El objetivo fue evitar cualquier desenlace que pusiera en peligro su integridad o la del personal interviniente.
A partir del trabajo articulado entre las distintas fuerzas, se logró convencer al hombre de desistir de su actitud y descender de la torre por sus propios medios. Una vez en tierra, fue asistido por el equipo de Salud Pública, que lo trasladó al hospital para su evaluación médica y contención psicológica. Desde la Municipalidad se destacó el profesionalismo y la sensibilidad del personal de Protección Civil, que actuó con rapidez y responsabilidad ante una situación compleja.
Este tipo de intervenciones forman parte del protocolo de emergencias urbanas que se aplica en Bariloche ante situaciones que involucran riesgo físico, emocional o social. La articulación entre áreas municipales, provinciales y voluntarias permitió una respuesta integral, que contempla tanto la seguridad como el acompañamiento sanitario. En este caso, la coordinación fue clave para evitar un desenlace trágico y garantizar la atención adecuada del ciudadano involucrado.