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Lunes 01 de Septiembre, Neuquén, Argentina
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En el norte neuquino una niña conoció la nieve gracias a un caballo mágico

Un regalo invernal muy  especial para una niña de casi dos años que por primera vez tocaba la nieve. Fue el fin de semana en Arroyo Blanco, un paraje a 18 kilómetros de Chos Malal.

Lunes, 01 de septiembre de 2025 a las 13:26
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Nieve y amor: un caballo de nieve para una niña de casi 2 años en un paraje del norte neuquino, en el marco del fenómeno climático de la Tormenta de Santa Rosa. Es así que en un gesto de amor y creatividad, unos jóvenes padres (habitantes del paraje Arroyo Blanco, a 18 kilómetros de Chos Malal) decidieron sorprender este sábado a su hija de 2 años con un regalo especial.

La familia se reunió en el patio de su casa y, con palas y herramientas, comenzaron a construir la escultura prácticamente a tamaño real.

Con detalles como riendas y una montura de campo cotidianas, el caballo de nieve se convirtió en un verdadero compañero de juegos para la pequeña hija del matrimonio compuesto por Aluminé Martínez y Fernando Leiva. La pareja hizo un registro fílmico de Montserrat al sentir la emoción y felicidad al ver la creación y no dudó en subir sobre él y jugar y de paso “comer” un poco de nieve.

La escena fue un momento mágico y emotivo para la familia, que disfrutó del invierno tardío y de la compañía mutua. El caballo de nieve se convirtió en un símbolo del amor y la creatividad que une más a la familia que desde hace 15 años vienen caminando a la par.

“El creador de la escultura fue mi pareja Fernando, que ya había hecho una similar  en el año 2023 cuando estaba embarazada de mi hija. Esta vez juntos le pusimos más ganas y entusiasmo para que ella la pudiera disfrutar”, contó Aluminé en contacto con Mejor Informado. Luego comentó que para completar la escenografía le sumaron a la escultura de nieve un carro antiguo que pertenecía a su abuelo. “Hace muy poco que lo trajimos del campo. Me lo regaló mi tío porque mi abuelo ya no está con nosotros. Le hicimos un trabajo de restauración y se nos ocurrió ponérselo al caballo que hicimos. Fue como más para la foto, para divertirnos un rato”, contó feliz la mamá.

A su vez relató que la niña tocaba por primera vez la nieve, ya que el año pasado era muy bebé para sacarla al frío. “Caminaba en la nieve, un poco asustada en primer momento agarradita de la mano, pero después la empezó a comer y cuando se dio cuenta que estábamos creando un caballo se mostró muy alegre porque ella es fanática de ellos”, afirmó Aluminé.

Añadió que “es nuestra única hija y hacemos todo para verla feliz siempre y nos puso muy contentos poder vivir este lindo momento que no se nos olvidará jamás como familia”.


 

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