Luego de la agresión sufrida por un enfermero en la guardia del hospital Zatti de Viedma, ocurrida el domingo por la noche, las autoridades sanitarias confirmaron que se instalará una garita policial en el ingreso al sector de emergencias. La medida fue anunciada por la directora del centro de Salud, Laura Guttmann, quien detalló el episodio y remarcó la necesidad de reforzar la seguridad institucional. Explicó que el trabajador de la salud terminó con un hematoma en el ojo y una lesión en el tabique nasal, tras ser atacado por un paciente que había sido atendido minutos antes.
“El enfermero iba caminando por el pasillo, el agresor lo dio vuelta, lo golpeó, lo tiró al piso y siguió golpeándolo. Todos los compañeros quedaron sorprendidos ante esta situación. Es la primera vez que nos pasa con ese nivel de agresión, tan evidenciable. No lo podíamos creer”, relató Guttmann en diálogo con FM de la Costa. La directora explicó que el paciente había ingresado por el sistema de triage, fue evaluado por el médico generalista y por salud mental, y recibió una medicación inyectable antes de protagonizar el ataque.
Según precisó, el agresor es una persona que acude periódicamente al hospital y ya ha sido partícipe de otras situaciones violentas. “Si bien tenemos agresiones verbales y golpes de puertas, físicas como las del domingo no había visto nunca”, señaló. Ante esta situación, se resolvió modificar el esquema de vigilancia: “El policía del sector de emergencia está en la parte de ambulancias, porque ahí han sucedido algunas situaciones violentas. Pero no puede moverse, y la distancia entre la puerta trasera y la delantera es larga”, explicó.
Por ese motivo, se decidió instalar una garita en la puerta principal del servicio de emergencias, donde estará el personal de vigilancia hospitalaria con monitoreo de cámaras. “Se van a llevar adelante algunos cambios. Ya se armó una garita en el ingreso, y allí estará el personal de vigilancia con acceso a todas las cámaras”, confirmó Guttmann. La medida busca prevenir nuevos episodios y garantizar la seguridad de trabajadores, pacientes y acompañantes.
La directora también remarcó otro problema estructural: “La guardia es la puerta que permanece abierta las 24 horas, y tenemos personas durmiendo allí después de las 11 de la noche. Ya intentamos acompañarlos a un geriátrico, hacer seguimiento con servicio social, pero son personas que quieren vivir así, no quieren esa asistencia”. La situación refuerza el pedido de medidas integrales que contemplen seguridad, salud mental y abordaje social en espacios de alta demanda como el hospital Zatti.
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