La marcha comenzó muy temprano, con grupos que partieron desde Neuquén capital y Plottier, y se extendió por la Ruta 7 hasta el ex peaje, donde se encuentra el santuario. Entre alabanzas, imágenes de santos y rezos, los peregrinos avanzaron con devoción y luego se concentraron en el Casco Viejo, aguardando en la Plaza San Martín el inicio de la misa central frente a la iglesia.
Promesas y agradecimientos
Algunos vecinos decidieron cumplir su promesa caminando descalzos gran parte del trayecto, mientras otros rezaban por la salud propia, la de sus familias y por el futuro del país.
Un amplio operativo de seguridad vial, encabezado por la Policía de Tránsito, garantizó el normal desarrollo de la jornada. Incluso se pudo ver al subcomisario Damián Jorquera colaborando a la altura del Cementerio, ordenando el paso de los fieles.
La caminata también reunió a dirigentes políticos, entre ellos la ministra de Mujeres y Gobiernos Locales y candidata a senadora, Julieta Corroza, el ministro de Economía, Guillermo Koenig, el intendente de Centenario, Esteban Cimolai, y la secretaria de Gobierno, Rosalí Esteves.
Un mensaje de fe y esperanza
Cerca del mediodía comenzó la misa central oficiada por el obispo Fernando Croxatto, quien en su homilía abordó temas sociales y políticos de actualidad.
“Las heridas de quienes quieren que las cuentas cierren fríamente a costa de la vida de los más pobres, de los débiles, de los ancianos, los jubilados y los discapacitados”, expresó con dureza.
El obispo compartió además su experiencia en el norte del país, donde permaneció unos días en comunidades rurales, y cuestionó las condiciones de vida:
“¿Cómo hace una persona para vivir con 150 mil pesos? Los pobres invisibles, que no se ven y no se sienten. ¿A ustedes les parece que así se puede vivir?”, planteó.
En su mensaje también se refirió al conflicto en Gaza, recordando las palabras de la presidenta de Eslovenia, quien pidió a los líderes mundiales actuar para detener el genocidio. Y concluyó con una cita del Papa Francisco: “Que no nos roben la esperanza”.
Una celebración especial
Bajo el lema de este año, “Madre, danos amor para caminar con esperanza”, la misa cerró con un gesto festivo: los sacerdotes subieron al altar una torta para celebrar el cumpleaños del obispo Croxatto, que había sido el pasado 25 de septiembre. Los fieles lo acompañaron con aplausos y felicitaciones, dando un marco de calidez y cercanía a una jornada marcada por la fe y la esperanza.
Fotos: CentenarioDigital