La historia del payador Oscar Inalef conmovió a la comunidad de El Bolsón. Conocido por su vida de trabajo y por los caminos recorridos durante años, el artista cordillerano sufrió recientemente la pérdida de su camioneta, consumida por un incendio, un hecho que generó una inmediata ola de mensajes y gestos de acompañamiento.
Lejos de dramatizar la situación, el vecino eligió expresarse con serenidad y gratitud. En un mensaje difundido durante este jueves navideño, agradeció las muestras de solidaridad y llevó tranquilidad a quienes se preocuparon por su estado. “Gracias por los mensajes, por las llamadas y por cada palabra de aliento. Yo me encuentro bien, tranquilo nomás… son cosas que pasan”, escribió, citando al folklorista Larralde para resumir su mirada ante la adversidad.
La camioneta que perdió no era un bien más. Durante más de una década fue su herramienta cotidiana, indispensable para el trabajo rural y el traslado de leña, y también una aliada silenciosa frente a condiciones climáticas adversas. Nieve, lluvia, escarcha y caminos difíciles formaron parte de una rutina que siempre tuvo como objetivo llegar a destino, sin excusas.
Esa carga simbólica quedó reflejada en un poema en el que el payador le dedicó al rodado en redes sociales. Allí la nombró “Florcita querida” y recordó los innumerables viajes compartidos, las cargas pesadas de madera y las subidas exigentes que marcaron su vida laboral. La imagen del vehículo envuelto en llamas, según expresó, fue uno de los momentos más dolorosos, no por la pérdida material, sino por lo que representaba.
El poema:
Gracias forcita querida
por tu grata compañía
si habremos trepao subidas
con lluvia nieve y escarcha
y sin detener tu marcha
hemos llegao a destino
Con tu caja bién cargada
con coihue ciprés o pino
Vos fuiste mi compañera
Por trece años de trajín
más hoy a llegao tu fin
el fuego te consumió
Y al verte envuelta en llamas
cuanta tristeza me dió
hoy quedará en el recuerdo
todo ese tiempo pasao
gracias forcita querida
por el servicio prestao.