Con el cierre del año a la vuelta de la esquina, la sensación de cansancio y tensión se vuelve casi una constante. Para muchos, diciembre no solo trae reuniones y festejos, sino también la acumulación de responsabilidades, planificación de vacaciones y presión laboral. Frente a este escenario, Sofía Ortega, Licenciada en Servicio Social, ofrece herramientas concretas para manejar el estrés y proteger la salud mental.
“Es importante distinguir entre estrés y ansiedad”, señala Ortega en una entrevista en el programa Neuquén.Ar que se emite por AM550. “El estrés suele estar asociado a situaciones presentes: un parcial, un proyecto que se acerca, un cierre de tareas. La ansiedad, en cambio, es anticipatoria; nos hace proyectar peligros futuros y nos mantiene en un estado de alerta constante”, explicó Ortega, quien es especialista en Residencia Interdisciplinaria de Salud Mental del Hospital Castro Rendón,
La especialista advierte que el agotamiento no es solo físico, sino también social. “Estamos en un mundo hiperconectado, donde las redes y la inmediatez nos imponen la sensación de que siempre hay que estar disponibles, rendir y cumplir con todo”, explica. Según Ortega, esta presión constante puede derivar en el síndrome de burnout, conocido como el “síndrome del quemado”.
Para prevenirlo, la psicóloga recomienda poner límites claros, planificar tiempos de descanso y priorizar vínculos cara a cara. “El lazo social real, el encuentro presencial con otros, sigue siendo la mejor manera de aliviar la soledad y fortalecer nuestro bienestar emocional. Es fundamental no dejar que lo digital reemplace la interacción humana”, dice.
Ortega también sugiere aprovechar las actividades culturales, artísticas y recreativas disponibles en la ciudad, así como los espacios verdes, para reconectar con uno mismo y con los demás. “La mesa de las fiestas puede ser un punto de reposo y de inflexión: un momento para frenar, celebrar lo logrado y reponer energías antes de iniciar el nuevo año”, añade.
Finalmente, subraya que no hay que dejar que la presión del cierre del año nos desborde. “No esperemos a que sea nuestro cuerpo el que ponga el límite; debemos ser conscientes de lo que podemos manejar, delegar tareas y cuidarnos. La salud mental es tan importante como cualquier otra meta que tengamos en diciembre”.
Con estos consejos, Sofía Ortega invita a enfrentar el final del año con conciencia, cuidado propio y presencia en las relaciones cercanas, para que las fiestas sean un cierre saludable y no una fuente de estrés adicional.