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Maia Coletto: la joven del running de San Martín de los Andes que nació entre montañas y libros

Con apenas 18 años, la sanmartinense Maia Coletto combina dos mundos que parecen opuestos: el vértigo del trail running —donde ya brilló en un Mundial en Tailandia— y la calma de la literatura, que cultiva desde la infancia y la llevó a publicar libros y ganar concursos.

Lunes, 24 de noviembre de 2025 a las 10:44
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En Buenos Aires, Maia estudia periodismo, repasa su historia, sus entrenamientos y los desafíos de la ciudad.

En San Martín de los Andes, donde las montañas abrazan a la vida cotidiana, nació una historia que hoy se bifurca entre senderos de tierra suelta y páginas llenas de imaginación. Allí creció Maia Coletto, una joven que parece condensar dos mundos que rara vez conviven: la potencia física del trail running y la sensibilidad de la literatura. A los 18 años, mientras cursa su primer año de periodismo en Buenos Aires, Maia sigue sumando podios deportivos y escribiendo historias que buscan un lugar propio.

“Este fue mi primer año viviendo en la capital, sobre todo por los estudios. Pero extraño muchísimo la montaña”, dice en una entrevista en el programa Entretiempo por AM550. La frase le sale casi como un reflejo: porque si hay algo que la define es la pertenencia a ese paisaje que la formó. “Estoy contando los días para volver”, admite.

 

La corredora que llegó al mundo

Su nombre se hizo conocido en 2022, cuando con sólo 15 años se subió al podio en el Campeonato Mundial de Montaña y Trail Running en Tailandia, donde logró un histórico segundo puesto. El logro se volvió todavía más impactante cuando contó que, por su edad, la organización no le permitió competir en la categoría para la cual se había preparado. Sin embargo, aceptó el desafío, cambió de prueba, corrió 11 kilómetros bajo calor extremo y humedad agobiante, y aun así logró el resultado más importante de su vida.

Este año pudo competir: ganó la general de los 26 kilómetros de Destino Madryn, logró podios en Córdoba, participó en duatlones y triatlones.

“Lo dejé todo. Fue un sueño cumplido”, dijo entonces. Era su primera competencia internacional, su primera vez tan lejos de casa y su primer contacto con un escenario mundial. Y también fue la confirmación de que ese deporte que había empezado por curiosidad en pandemia podía transformar su vida.

Desde ese momento, su carrera no se detuvo. Este año, ya instalada en Buenos Aires, pudo competir con más frecuencia: ganó la general de los 26 kilómetros de Destino Madryn, logró podios en Córdoba, participó en duatlones y triatlones, y siguió mejorando marcas. “El progreso que vi este año me encantó. Cada carrera me hizo crecer”, cuenta.

 

La vida en Buenos Aires: ruido, estudio y disciplina

Dejar San Martín para estudiar periodismo no fue sencillo. “La ciudad es hermosa y te abre puertas, pero te lleva por delante. Yo nací entre montañas y calma”, reconoce. Sin embargo, Buenos Aires también le ofrece algo que valora: la posibilidad de entrenar, viajar barato a competencias y explorar disciplinas como el triatlón con mayor continuidad.

Maia presentando su libro en una Feria Regional del Libro de San Martín de los Andes.

En sus redes sociales comparte rutinas, sensaciones y parte de su vida deportiva. No lo hace sólo por gusto: también forma parte del trabajo de cualquier atleta que busca sponsors. “Me encantaría armar una comunidad y conseguir marcas que me acompañen. Me sale natural mostrar lo que hago”, explica.

 

La otra Maia: la escritora

Pero ahí está la otra mitad de su historia: la Maia que escribe desde que era una nena y que publicó su primer libro El mundo oculto: la estufa, el fuego, las hadas cuando tenía apenas 12 años. Lo presentó en la Feria Regional del Libro de San Martín de los Andes y, poco después, uno de sus cuentos ganó el segundo premio en el concurso del Centro Editor Municipal.

Hija de un profesor de Lengua y Literatura y de una periodista y bibliotecaria, en su casa los libros eran parte del paisaje. “Nos inculcaron leer, pensar, dudar, reflexionar. La literatura la llevo en la sangre”, dice. Y aunque hoy escribe textos más maduros y cada vez menos ligados a la fantasía, reconoce que sigue guardando afecto por esas primeras novelas que la formaron.

Ahora trabaja en un nuevo libro. No adelanta trama: dice que es una cábala no hablar hasta que esté terminado. Pero sí anticipa algo del clima: “Es un mundo distinto, más oscuro, medio terrorífico”.

Maia en Buenos Aires: “La ciudad es hermosa y te abre puertas, pero te lleva por delante. Yo nací entre montañas y calma”.

El futuro: correr, escribir, contar

Maia estudia periodismo, corre carreras exigentes, escribe y no piensa renunciar a ninguna de esas partes. “La crónica me gusta mucho porque mezcla investigación y literatura”, afirma. Esa combinación, justamente, parece ser su propio camino.

Quizás por eso su historia entusiasma: porque es la de una chica que aprendió a mirar el mundo desde la cima de una montaña, pero también desde la intimidad de un cuaderno. Que puede correr 26 kilómetros en terrenos difíciles y, sin perder aire, sentarse a escribir un relato que gana concursos.

Maia puede correr en terrenos difíciles y sentarse a escribir un relato.

“Yo sin correr por las montañas y sin escribir no existo”, dice. Tal vez esa frase sea la que mejor explica quién es Maia Coletto: una joven que busca su lugar en el mundo construyendo puentes entre dos pasiones que la acompañarán toda la vida.

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