El torno odontológico es, para muchos, sinónimo de miedo. El ruido, la vibración y la sensación de perforación convierten cada consulta en un suplicio. Pero, ¿y si hubiera una forma de eliminar las caries sin ese tormento? Un odontólogo argentino logró lo que miles de pacientes soñaban: un gel capaz de remover caries en solo dos minutos, sin dolor, sin anestesia y sin torno. Un avance que podría amigarnos con el cuidado y la salud dental.
Fernando Varea, nacido en la localidad santafesina de Carcarañá, se convirtió en la inesperada estrella de la última edición de Expodent, la convención internacional que reúne a lo más selecto del mundo de la odontología. ¿La razón? Su producto Remove, un gel a base de papaína –una enzima extraída de la cáscara de la papaya– que, en apenas dos minutos, reblandece el tejido cariado y permite removerlo con un instrumento manual, sin necesidad de perforar el diente. Un cambio de paradigma en la práctica odontológica, que además ya cuenta con la aprobación de la ANMAT y se exporta a América Latina y Europa.
El proceso es casi mágico. El odontólogo aplica el gel en la cavidad cariada y, transcurrido un breve lapso, puede retirar la lesión sin traumatizar la pieza dental. “Trabaja en 30 segundos y no genera sensibilidad. Colocás el gel, lo dejás actuar y la caries desaparece sin tocar el esmalte sano”, explica Varea, que desarrolló el producto en conjunto con la biotecnóloga rosarina Silvina Herrera y el laboratorio Micro Fit.
El impacto de Remove genera comodidad tanto en el paciente como en el médico interviniente y las consultas bajarían en tiempo real y en la sala de espera. Hoy, la odontología moderna atraviesa un viraje hacia la mínima intervención y este descubrimiento encaja a la perfección en esa tendencia. Alejandro Qués Varela, titular de Micro Fit, lo resume con claridad: “Queremos cambiar el paradigma del profesional, capacitarlos en una odontología menos invasiva y más amigable con el paciente”.
La ciencia respalda el hallazgo. Remove es un producto químico de alta eficacia clínica que ataca únicamente el tejido cariado, preservando las zonas sanas del diente. Además, incorpora un sistema de detección fluorescente que alerta al profesional sobre cualquier residuo que pueda quedar en la cavidad. El resultado: mayor precisión y menor posibilidad de retratamientos.
El gel ya se encuentra en más de 20 puntos de venta en 14 provincias argentinas y su demanda crece a paso firme. Un solo pomo alcanza para atender a 35 pacientes, lo que lo convierte en una alternativa rentable y eficiente.
Durante décadas, el miedo al torno fue una de las principales razones por las que las personas postergaban sus visitas al dentista. Este producto innovador puede ser el aliado ideal para romper ese paradigma.