José Pekerman destacó el trabajo de Diego Placente y del cuerpo técnico que “recompuso el camino” del fútbol juvenil. Subrayó además la labor conjunta de Hugo Tocalli, Pancho Ferraro y Hugo Salorio, pilares históricos del proyecto formativo. “Los chicos están realizando un gran trabajo y los felicito a todos, pero también a quienes sostienen la estructura. Los clubes hacen un trabajo increíble en inferiores”, remarcó.
El exentrenador de la Selección mayor resaltó las mejoras desde lo institucional y la inversión de los clubes en sus divisiones inferiores. “Construyendo predios, mejorando los campos de juego y optimizando las búsquedas de jugadores, todo eso nos puso en un lugar de avanzada en el mundo”, afirmó.
Cuando le consultaron por Diego Placente, actual DT del Sub 20, Pekerman no escatimó en elogios: “Es fantástico verlo ahí. Siempre tuve una gran relación con él, ha sido muy correcto, disciplinado y constante. Creció mucho”.
Para Pekerman, uno de los grandes aciertos de la AFA fue consolidar la unión entre las distintas selecciones nacionales. “Hay una integración con la Selección mayor que es fantástica, se siguen los procesos muy unidos y no parece que uno fuera más que otro”, señaló.
La huella de Pekerman en el fútbol juvenil argentino
Con tres títulos mundiales Sub 20 (Qatar 1995, Malasia 1997 y Argentina 2001), Pekerman marcó una era dorada para el fútbol juvenil argentino. Bajo su conducción emergieron figuras que luego brillaron en la élite mundial como Riquelme, Aimar, Samuel, Cambiasso, Placente, Romeo, Scaloni, Saviola y D’Alessandro.
Su legado trascendió los resultados: instauró una filosofía de trabajo basada en la formación humana y futbolística, que devolvió a Argentina al centro de la escena internacional. Hoy, a casi dos décadas de aquella última final, la emoción de Pekerman refleja más que nostalgia: confirma que el proyecto que ayudó a construir sigue dando frutos.
Con palabras de emoción, expresó: “Estoy muy feliz, volvemos a una final mundial que llevábamos 18 años sin lograrla. Es muy merecido”, dijo el maestro que inició la era dorada del fútbol juvenil argentino.