Hasta el recordado River-Boca de 2018 hay retrotraerse en la estadística de la Copa Libertadores para encontrar un último partido por el título sin presencia de equipos brasileños.
El poderío del país pentacampeón mundial a nivel clubes en Sudamérica es notable y la explicación no es sólo económica, aunque sí encuentra allí uno de los argumentos más sólidos de su justificación.
Racing fue el que no pudo comenzar a torcer estos números lapidarios en la noche del miércoles, luego de empatar sin goles como local, tras el 1 a 0 en el Maracaná de la semana previa.
Liga de Quito, en ventaja por 3 después de lo hecho en Ecuador, deberá defender esa brecha ahora en la ciudad de San Pablo ante Palmeiras. Los máximos protagonistas del brasileirao, también quieren el premio máximo de Conmebol.
En 2023, con la llegada de Boca al último partido contra Fluminense, fue la última edición en que la dupla finalista no fue del vecino país. En ese casillero buscará meterse el buen equipo ecuatoriano.
Sin embargo, desde el 2019 hasta aquí, todas las vueltas olímpicas hicieron felices a los torcedores de distintas ciudades brasileñas.
En Lima
Justamente en el Monumental de Lima, Perú, River tuvo la gran chance de marcar una era. Después de ganarle el Súperclasico en España a Boca, dejó pasar la inmejorable oportunidad de levantar el bicampeonato ante Flamengo en la misma ciudad en que se programó la definición este año, el 29 de noviembre.
Liga todavía sueña, pero para ello deberá soportar la presión del gigante Palmeiras.
 
 