Los desafíos de eliminación en MasterChef Celebrity se convierten rápidamente en territorios de alta presión, donde cada paso en falso puede dejar a las figuras fuera de carrera. En una nueva instancia de última chance, quienes no habían logrado subir al balcón debieron enfrentarse al jurado con la tensión a flor de piel. Entre ellos, uno de los momentos más comentados de la noche tuvo como protagonista a Luis Ventura.
El periodista apostó por un plato que lo remitía a su infancia: ñoquis al fileto. Pero un error clave complicó inmediatamente su desempeño. Al elegir los ingredientes, confundió el paquete de harina tradicional con harina de arroz. Esa decisión derivó en una masa rígida y poco trabajable, que terminó siendo imposible de presentar con prolijidad o buena textura.
Wanda Nara fue quien lo anunció entre bromas y chicanas antes de que se acercara al jurado. Luis Ventura intentó explicar que su intención inicial era hacer pasta larga, pero el tiempo lo empujó a mutar la receta sobre la marcha. El jurado observó enseguida las falencias del plato, desde la consistencia de los ñoquis hasta el estado de la salsa, que lucía aguada y sin cuerpo.
La devolución de Germán Martitegui marcó un punto de quiebre. Sin demasiadas vueltas, le pidió al participante que probara lo que había preparado. Ventura mostró dudas, pero terminó aceptando el desafío. Tras masticar el bocado brevemente, escupió el ñoqui dentro de su propio plato, dejando al estudio en silencio por unos segundos.
El gesto generó una reacción inmediata de Germán Martitegui, que le comentó con ironía lo que acababa de hacer. Para justificar su actitud, el participante respondió con pocas palabras y aceptó que el resultado no estaba a la altura. El intercambio se volvió uno de los momentos más incómodos y comentados de la gala, tanto por lo visual como por la tensión verbal.
Wanda Nara intervino con humor para aflojar el clima, recordándole al comunicador que ahora le debía un reconocimiento importante por haberse arriesgado a probar algo que ni él mismo pudo tragar. Su comentario, entre risas y picardía, alivió brevemente una escena cargada de tensión y bochorno.
Este episodio expuso de forma cruda la exigencia del certamen y el impacto emocional que genera en los participantes. Las equivocaciones, sumadas a las miradas de los chefs, pueden desencadenar reacciones espontáneas, como la que marcó la noche en este caso puntual.
Antes de debutar en la cocina televisiva, Ventura había advertido que su vínculo con uno de los jurados no sería sencillo. En entrevistas previas ya había mostrado un tono crítico y desafiante, lo que ahora suma un nuevo capítulo a un ida y vuelta que promete seguir dando que hablar en las próximas emisiones.