El clima en el estudio de MasterChef Celebrity (Telefe) se encendió este martes con un momento que combinó humor, ironía y un toque de nostalgia. Wanda Nara y Maxi López protagonizaron un divertido ida y vuelta que no pasó desapercibido para el público ni para los jurados del programa.
Todo comenzó cuando el exfutbolista presentó su plato ante Damián Betular, Germán Martitegui y Donato de Santis. En medio de la devolución, Maxi López aprovechó para compartir una anécdota doméstica que reveló cómo vive el embarazo su actual pareja, Daniela Christiansson, desde Suiza. “En el embarazo de mi mujer esta vez quiere milanesas, así que a cualquier hora me tengo que levantar y prepararlas”, contó entre risas.
Fue entonces cuando Wanda Nara, fiel a su estilo, lanzó una frase que cambió el tono de la escena. “La pregunta es quién le está haciendo milanesas ahora a la mujer de Maxi”, disparó la conductora con una sonrisa pícara. La respuesta del participante no se hizo esperar: “Es terrible”, dijo entre carcajadas, consciente de que el comentario no tardaría en dar que hablar.
Los chefs, que observaban atentos la situación, se sumaron al juego. Martitegui, con ironía, le recordó a Wanda Nara: “Es la favorita de la mujer de ahora”. Pero ella, sin perder el ritmo, retrucó: “¿Y qué tiene que ver?”. Betular agregó humor al intercambio: “Lo que falta, que tengas antojos vos también”.
El cruce siguió entre risas y miradas cómplices. Más adelante, Wanda Nara quiso profundizar en el tema y le preguntó a su ex: “¿En qué fecha se conocieron?”. Maxi López, relajado, mostró su mano y respondió: “Acá, mirá, la tengo tatuada”.
Lejos de dejarlo pasar, Wanda Nara volvió a la carga: “Sí, casi se te está borrando”, comentó entre carcajadas, mientras pedía la opinión del jurado. Betular, con su toque habitual, cerró el momento diciendo: “No, calculá que no veo”.
La escena culminó con Maxi rematando la secuencia: “No, no, las cuentas dan bien”. Una respuesta que selló un nuevo capítulo del carismático vínculo televisivo entre los ex, donde la complicidad y el sentido del humor parecen seguir intactos.