Gonzalo David Miguelez, ex arquero del Club Cipolletti, es figura central de facción más violenta del club: Los Innombrables, forjada en el corazón del barrio La Paz. Tiene una trayectoria marcada por el ascenso en el oscuro mundo de los delincuentes disfrazados de hinchas. A sus 28 años, es un personaje conocido tanto por su influencia en las gradas, en la vida institucional del club más importante de la Patagonia, y por sus permanentes problemas con la justicia.
Empezó su carrera en el fútbol con el club Cipolletti y encontró su verdadera influencia en las tribunas de la Visera. Tras la disolución de las históricas bandas de hinchas, Banda del Tigre, La 69 y Los Gordos (bancada por el ex capo del gremio de La Fruta, Rubén López), surgieron varios grupos que competían por negocio ligado a la hinchada. Bajo la dirección de Miguelez, Los Innombrables se consolidaron como una de las agrupaciones más influyentes, controlando aspectos lucrativos del club, como la venta de indumentaria y la recaudación en las cantinas que tomaron por la fuerza. También ejerció una notable influencia sobre jugadores y técnicos, imponiendo su propio orden en la tribuna y manejando la dinámica del estadio.
Antecedentes de violencia y amenazas
Antes de su detención, Miguelez ya había atraído la atención por su comportamiento violento. Es conocida la historia de cómo los pibes del barrio La Paz tomaron por asalto las cantinas del club, hasta ese entonces manejadas por la histórica banda del Tigre Ancao. Todo quedó registrado por los celulares de los hinchas que grabaron la brutal pelea.
Esto le permitió a Los Innombrables obtener dinero fresco, no solo de la recaudación de las cantinas, sino que también ganaron espacio en la ubicación central de la tribuna y en la prioridad para colgar sus banderas en el alambrado. Como creció su poder a la hora de presenciar los entrenamientos, apretar jugadores, intimidarlos y pedirles "colaboraciones".
Pocos días después, durante los festejos por la obtención de la Copa América por parte de la Selección Argentina, Miguelez y su pareja fueron implicados en graves incidentes. Aunque finalmente fueron sobreseídos, este episodio reflejaba un patrón de conducta conflictiva.
Además, apareció entre la lista de sospechosos que obligó a la renuncia del presidente Pedro Gutiérrez, al que le balearon la casa poco tiempo después. Más recientemente, se lo señaló como ideólogo de una escalofriante amenaza de muerte dirigida a Mónica Del Rio, presidenta de Cipo.
En un nuevo capítulo de violencia que ha marcado la crisis institucional, Del Rio recibió en su domicilio un sobre que contenía seis balas y una nota amenazante. El mensaje decía: "Si no te vas del club, si no renuncias, cada bala es una para vos y las otras para los integrantes de tu familia". El sobre fue entregado por un individuo que afirmó haber recibido 10.000 pesos por el encargo, asegurando no tener más implicación en el asunto. Este episodio subraya la extrema tensión y el ambiente hostil en torno al liderazgo del club.
Detención y beneficios
Miguelez fue detenido en diciembre de 2023, en Bahía Blanca. Durante una operación policial. Junto con otros delincuentes de Roca y Viedma, fue acusado de integrar una banda de boqueteros. Estaban equipados con herramientas avanzadas para cometer delitos y planeaba robos a gran escala. Entre los hallazgos se incluyeron planos de una distribuidora y evidencia de preparativos para un robo a un banco en Pergamino.
Luego enfrentó acusaciones de robo y asociación ilícita, y permanecieron detenidos en Pergamino bajo prisión preventiva. La banda había establecido una rutina en departamentos alquilados para facilitar sus actividades delictivas y se preparaba para llevar a cabo robos complejos utilizando equipos para inhibir señales de alarma y sistemas de seguridad.
Luego de justificar la necesidad de estar cerca de su familia, la Justicia Bonaerense le otorgó el beneficio de la prisión domiciliaria, controlado por una tobillera electrónica a la que se puede monitorear por GPS. Al momento de ser detenido en Fernández Oro, luego de una persecución de película después de un robo en Cipolletti, no tenía colocado el dispositivo.
Asalto y pánico en las calles
Pese a la tobillera electrónica, que evidentemente nadie controló, Miguelez protagonizó una serie de hechos violentos que incluyeron un asalto, una persecución y un tiroteo. Todo comenzó minutos antes del mediodía en una distribuidora de Cipolletti, donde entre seis y ocho delincuentes armados irrumpieron buscando cigarrillos de alto valor.
Durante el asalto, que se llevó a cabo con extrema violencia, uno de los dueños fue golpeado repetidamente mientras los ladrones revolvían el lugar en busca de mercadería.
Casi de manera accidental, los delincuentes encontraron un considerable botín en efectivo. Tras cargar el dinero, huyeron del lugar. La fuga de la banda provocó una persecución que culminó en un tiroteo en Fernández Oro, donde los delincuentes se enfrentaron a las fuerzas de seguridad.