La compactadora volvió a Neuquén y ya trabaja sobre más de 600 vehículos abandonados o retenidos en operativos de tránsito, que jamás fueron reclamados por sus dueños. Se trata de un procedimiento que busca liberar espacio público, reducir contaminación y, al mismo tiempo, generar recursos para la Municipalidad.
El subsecretario de Medio Ambiente y Protección Ciudadana, Francisco Baggio, explicó que la metodología está regulada por ordenanza y contempla distintas etapas: "Todos los años este municipio realiza jornadas de compactación para reducir a chatarra estos vehículos contravencionales. Primero se notifica a los dueños y se publican los edictos. Luego, en la fase previa, se descontaminan las unidades retirando fluidos y aceites nocivos para el medioambiente”.
En esta oportunidad se están compactando 150 autos y 450 motos, la mayoría de estas últimas secuestradas por el área de tránsito municipal y la Policía provincial. “Tenemos un convenio por el cual, cuando se hacen operativos en conjunto, los vehículos incautados también se ponen a disposición del municipio para este destino”, detalló Baggio.
El proceso tiene además un beneficio económico: la empresa compactadora paga al municipio por cada kilo de chatarra, que luego es reutilizada por la industria nacional. “De esta manera no solo despejamos la ciudad y reducimos riesgos ambientales, sino que también obtenemos ingresos para la Municipalidad”, subrayó el funcionario.
La última compactación se había realizado hace un año y, según destacaron desde el área, este tipo de acciones se mantendrán como política ambiental sostenida en la capital neuquina. "Es un proceso muy interesante para la ciudad de Neuquén porque todo este material se pesa y el municipio cobra por kilo a la empresa compactadora. Es decir, la empresa compactadora paga por este material, así que además obtenemos recursos económicos para la Municipalidad de Neuquén”, concluyó.