Lo que parecía una sospecha sobre filtraciones de información dentro de la intendencia de Ingeniero Huergo terminó convirtiéndose en un escándalo político cuando la mandataria municipal, Silvia Penilla, descubrió un micrófono oculto en su despacho. El hallazgo, confirmado por una empresa de seguridad electrónica, reavivó la alarma sobre espionaje institucional y derivó en una investigación judicial.
Penilla relató esta mañana que desde el año pasado notaba inconsistencias en la confidencialidad de los proyectos discutidos dentro del municipio. Información clave se conocía antes de ser anunciada oficialmente, y la intendenta empezó a dudar de la posibilidad de una filtración interna.
El episodio que confirmó sus sospechas ocurrió el 29 de abril, cuando, en una reunión con solo dos personas, se mencionó un nombre para un cargo en Recursos Humanos. Poco después, la información se había difundido, generando inquietud en la intendenta.
Frente a esto, el 30 de abril, tomó la decisión de contratar una empresa especializada para que realizara un barrido electrónico en su despacho al día siguiente, durante el feriado del 1 de mayo. El resultado fue alarmante: un micrófono omnidireccional oculto en el cielorraso, camuflado entre los cables del sistema de iluminación.
Investigación judicial y preocupación institucional
Tras el hallazgo, Penilla compartió la información con su equipo de trabajo el lunes siguiente y procedió a realizar una denuncia formal ante la fiscalía. La investigación, que está en marcha, incluye un relevamiento sobre los empleados municipales, a pedido del Ministerio Público Fiscal.
La mandataria reveló que su despacho ha sido escenario de múltiples reuniones privadas, incluyendo encuentros con vecinos, dirigentes políticos y hasta el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck. Ante esto, la preocupación se extiende más allá del municipio y genera dudas sobre la seguridad de las comunicaciones en esferas provinciales y nacionales.
Reacciones y medidas de seguridad
Penilla no quiso apuntar contra nadie en particular, pero sí destacó la gravedad del episodio y la posibilidad de que este sistema de espionaje haya estado instalado desde la gestión anterior. "No tengo a nadie a quien culpar, pero es grave", afirmó.
Como medida preventiva, se reforzó la seguridad interna en la municipalidad y se están evaluando estrategias para evitar futuros episodios. "Si en mi despacho encontramos un micrófono, ¿qué pasa en otros niveles?", reflexionó la intendenta en diálogo con Radio La Súper.
Mientras la investigación avanza, la comunidad de Ingeniero Huergo se encuentra enfocada en los preparativos por el aniversario del pueblo que es el 14 de mayo, aunque el escándalo sigue generando reacciones y especulaciones sobre sus posibles implicaciones políticas.