Durante la madrugada de este jueves, delincuentes volvieron a atacar instalaciones subterráneas de media tensión en Mainqué, lo que provocó una interrupción total en el servicio de agua potable y dejó sin energía eléctrica al sector rural sureste de la localidad. El hecho ocurrió alrededor de las 4 de la mañana y representa el tercer robo de proporciones en menos de un mes en el Alto Valle Este rionegrino. “Se llevaron más de 200 metros de cable subterráneo de media tensión y provocaron daños en las instalaciones. El mayor problema es que dejaron sin abastecimiento al servicio de agua de la localidad”, explicó una fuente operativa de EDERSA, la empresa distribuidora de energía.
Las cuadrillas técnicas trabajaron desde las primeras horas en el sector afectado, buscando nuevas configuraciones eléctricas que permitan recuperar el suministro. El sistema de bombeo de agua depende directamente del tendido eléctrico robado, por lo que la interrupción impacta de forma directa en el acceso al agua potable de toda la comunidad. Desde la distribuidora de electricidad confirmaron que se trata de un ataque planificado, con conocimiento técnico, y que los delincuentes actuaron con rapidez y precisión. “Es una modalidad que se repite. En menos de 20 minutos pueden dejar fuera de servicio a una localidad entera”, señalaron desde el área de Operaciones.
El robo de cables en Mainqué se suma a una serie de hechos similares ocurridos en la región. Hace apenas 14 días, delincuentes accedieron al sistema de abastecimiento subterráneo en la Ruta Nacional 22, a un kilómetro del acceso a Ingeniero Huergo, y sustrajeron otros 200 metros de cable de media tensión. El ataque dejó sin servicio eléctrico a toda la zona rural de Huergo y General Enrique Godoy. En julio, se registraron al menos tres robos de gran escala en el Alto Valle, afectando también a Cervantes y Villa Regina. La modalidad delictiva se concentra en zonas rurales, donde el acceso a las instalaciones es más vulnerable y la reposición del tendido demanda tiempo y recursos.
Desde EDERSA advirtieron que el robo de cables se ha convertido en un delito de alto impacto público, con consecuencias graves en la calidad y continuidad del servicio. “No es solo el daño a la infraestructura, sino la afectación directa a miles de usuarios. En Mainqué, el corte de agua es total, y en el sector rural hay familias que dependen de la energía para mantener la producción agrícola”, explicaron. La empresa trabaja en conjunto con la Policía de Río Negro y la Fiscalía de Villa Regina para identificar a los responsables, aunque hasta el momento no hay detenidos. Se investiga si los hechos están vinculados a bandas organizadas que operan en distintas localidades del Alto Valle.
Asimismo, se pidió a los vecinos extremar el cuidado del agua y evitar el uso innecesario hasta que se restablezca el servicio. También se solicitó a la población que denuncie cualquier movimiento sospechoso cerca de instalaciones eléctricas.