Este lunes, la Legislatura de Neuquén volvió a ser escenario de un paso clave en el camino hacia la reforma del Código Procesal Civil y Comercial de la provincia. La subcomisión encargada del anteproyecto recibió la cuarta entrega elaborada por el jurista Gustavo Calvinho, quien expuso los ejes centrales que podrían marcar un antes y un después en la forma de tramitar los juicios en Neuquén.
Uno de los cambios más destacados es la incorporación del arbitraje, que Calvinho definió como “una gran innovación”. Según explicó, este recurso permitiría que especialistas intervengan en determinados conflictos bajo reglas internacionales, con procesos más rápidos y reservados. “El arbitraje brinda seguridad en materia de inversiones porque el árbitro es siempre un experto en el conflicto”, subrayó.
El anteproyecto también propone un nuevo esquema para los juicios declarativos, con la oralidad como herramienta central en los procesos ordinarios. El especialista remarcó que la clave es lograr un equilibrio entre calidad, celeridad y derecho de defensa. Según sus cálculos, con este sistema un juez podría atender hasta 200 expedientes al año, de los cuales una parte importante se resolvería en instancias de conciliación.
En esa línea, la conciliación aparece como otro de los pilares de la reforma: el juez deberá ofrecerla como primer paso antes de entrar en el control de legalidad y en la etapa de prueba. “No podemos incorporar una oralidad que después nos detone la justicia”, advirtió Calvinho, aludiendo a la necesidad de que el sistema sea viable con la actual estructura judicial.
Otro de los puntos que más interés genera es el procedimiento de desalojo, donde se plantea una instancia previa extrajudicial con intimación fehaciente en casos de falta de pago o vencimiento de contrato. “Con este procedimiento estaríamos en condiciones de lograr un desalojo en 45 días”, aseguró Calvinho, en contraste con los plazos actuales que suelen ser mucho más extensos.
La propuesta también incluye plazos más claros, un esquema de ofrecimiento de pruebas que optimiza recursos, la extensión a 20 días para contestar demandas en juicios ordinarios y la posibilidad de incorporar notificaciones a través de medios tecnológicos.
De aprobarse, Neuquén se convertiría en la primera provincia del país en contar con un “régimen monista”, alineado con estándares internacionales en la materia.