Rosa Cayún es la protagonista de un libro que la retrata en su vida cotidiana, atravesada por la tranquilidad de la vida rural. Las costumbres del campo, como la crianza de animales y el tejido en telar, su pasión, fueron retratados en una publicación que se presenta como aproximación a la cosmovisión mapuche, y para nutrir la memoria colectiva desde la interculturalidad.
Hilando luz es el nombre de este proyecto artístico. Fue desarrollado por Georgina Salas en conjunto con la comunidad del lof Cayún, donde vive Rosa, ubicado en el paraje Trompul, en cercanías a la localidad de San Martín de los Andes. “Es un intercambio, hay un ida y vuelta, no lo hago desde mi lugar sino que las decisiones se tomaron en colectivo y de forma colaborativa”, explica.
Licenciada y profesora en Bellas Artes, Salas de 35 años, dicta clases en escuelas e impulsa distintos proyectos sociales. A principios de mes, el libro fue declarado de interés municipal por su aporte a la visibilización del arte del telar mapuche, la transmisión de saberes ancestrales y la promoción de la interculturalidad.
Hace pocas semanas, recibió un crédito por tres millones de pesos que utilizó para las impresiones del ejemplar, con el objetivo de ampliar la difusión de su obra y fortalecer la propuesta cultural local a través de su llegada a distintas instituciones. Este acompañamiento es parte de la Línea de Inclusión Financiera para las Juventudes, que impulsa el Gobierno de la provincia del Neuquén y que está destinado a jóvenes que lleven adelante un proyecto de inversión. El dispositivo cuenta con el acompañamiento del IADeP como agente financiero, de la subsecretaría de Juventud del ministerio de Juventud, Deportes y Cultura como agente técnico y del Centro Pyme ADENEU que imparte capacitaciones a los postulantes.
A lo largo de 45 páginas, el libro recopila imágenes inéditas que la sitúan a Rosa haciendo tareas que conlleva la vida rural, acompañadas de fotos de su archivo familiar. Descripciones y testimonios de su familia, como el de Don José, su marido, están incluidos en la propuesta que también está escrita en Mapudungún.
Hace foco en el telar mapuche, un arte que es transmitido de generación en generación y es el registro vivo de la lengua mapuche. Describe a partir de imágenes, cada una de las etapas de trabajo que hay que seguir para la obtención de la lana y su posterior uso en el telar, es decir desde la crianza y el cuidado de las ovejas hasta el ovillado de la lana. Y, además, se detiene a contar los rituales que vinculan la comunidad del lof con la naturaleza. Son fotos que dejan apreciar en detalle, el trabajo en el telar, los vínculos humanos, y la inmensidad y colores del entorno natural.
“Siempre me interesó conocer cómo las culturas siguen prosperando a lo largo del tiempo y cómo se mantiene lo genuino”, explica Salas como uno de los intereses detrás del proyecto. “Hay una perspectiva de este trabajo en clave de género que tiene que ver con cómo las mujeres a través de este oficio de las artes, van transmitiendo la lengua madre, por eso el libro tiene fragmentos que citan lo que dice Rosa y cómo lo dice, sus modismos”, añade. “Aborda también cómo resiste la comunidad a través de la cultura, y ella como tejedora dentro de su comunidad siendo activa y valorando su oficio”, remarca.
Desde hace cinco años, reside en San Martín de los Andes. Interesada en el oficio del tejido en telar, decidió ponerse en contacto con Rosa quien también vende sus producciones en la feria local. Generaron distintos encuentros que le permitió hacer el trabajo de campo para la creación del libro. Consultada sobre el apoyo recibido a través de esta política pública provincial, Salas señaló que le resultó interesante y es muy productivo que a los jóvenes se los esté apuntalando en lo económico.