El caso de las cirugías "fantasma" en Neuquén, que involucra operaciones nunca realizadas a niños afiliados al Sindicato de Petroleros Privados, sumó nuevos protagonistas. La Justicia investiga ahora a cuatro anestesistas y un traumatólogo infantil, tras analizar auditorías y documentación que apuntan a un trabajo en conjunto para estafar a la Obra Social del Personal de la Industria del Petróleo de Río Negro, Neuquén y La Pampa (OSPEPRI).
El escándalo comenzó cuando la querella del sindicato presentó documentación y testimonios que demostraban irregularidades en una docena de cirugías traumatológicas pediátricas entre enero y junio de 2024. Uno de los casos más aberrantes fue el de una niña de 3 años con antecedentes cardíacos que supuestamente fue sometida a múltiples operaciones en apenas una hora y dada de alta a los 60 minutos, algo que luego se constató que nunca ocurrió.
Según la investigación preliminar, los profesionales fraguaban fichas médicas y partes quirúrgicos complejos sin que los pacientes fueran internados ni operados. Los procedimientos se cargaban como facturación exprés, evitando controles internos, y los cobros se realizaban de manera inmediata, acumulando más de 200 millones de pesos defraudados solo en el período auditado.
“El Sindicato, sus afiliados, la Obra Social y la mutual se han visto defraudadas económicamente por pagos indebidos hacia el profesional que fraguó intervenciones quirúrgicas que no efectuó”, señaló el abogado querellantes Marcelo Hertzriken Velasco.
Las diligencias comenzaron con allanamientos en una clínica privada y domicilios de los implicados el 20 de agosto. Allí se secuestraron historias clínicas, computadoras y celulares, y se constató que los registros no coincidían con la realidad: no había evidencia de quirófanos utilizados ni de operaciones realizadas.
La investigación también sigue verificando la participación de los tres anestesistas adicionales, que podrían ampliar el alcance del fraude.
Según la Fiscalía de Delitos Económicos, los nuevos anestesistas actuaron en conjunto con el primero allanado, reforzando la hipótesis de una banda organizada dedicada a la defraudación de la obra social.
El escándalo ha generado gran indignación en la comunidad, no solo por la estafa millonaria, sino también por poner en riesgo la salud de niños quienes fueron utilizados como parte de un entramado de fraude que ahora enfrenta la Justicia.