Las fuertes lluvias del fin de semana generaron filtraciones en sectores del hospital Castro Rendón, aunque no afectaron la continuidad de la atención. Tanto la guardia de adultos como la de pediatría trabajaron con normalidad y sin riesgos para pacientes ni personal.
La situación más delicada se dio en el Servicio de Alimentación, donde dos áreas de la cocina fueron evacuadas por precaución. El desalojo se realizó de inmediato para resguardar al personal y evitar incidentes. A partir de allí, se puso en marcha un operativo para asegurar las viandas de pacientes y trabajadores, que fueron elaboradas desde las cocinas de los hospitales Heller y Bouquet Roldán.
Rápida resolución
Según informaron desde la institución, la respuesta fue posible por la coordinación entre la Dirección del Castro Rendón y el Ministerio de Salud, que actuaron rápidamente para sostener el funcionamiento del hospital en medio del temporal.
El establecimiento destacó el compromiso de sus equipos y aseguró que continuará evaluando el estado edilicio para adoptar medidas que eviten situaciones similares ante futuros eventos climáticos.